¿De dónde vienen los piojos?

de donde salen los piojos

Los piojos no son un problema reciente sino conviven con nosotros desde hace miles de años.

De hecho, un estudio reciente coliderado por Jorge Doña Reguera (investigador de la Universidad de Granada), ha demostrado el origen de los piojos y cómo han llegado hasta nosotros. [1]

Según sus conclusiones, los piojos de los mamíferos se originaron en el ancestro común de los afroterios, un grupo nativo de África al que pertenecen animales como por ejemplo los elefantes.

El paso desde esta especie al resto de mamíferos, incluyendo el ser humano, se produjo por el salto de un hospedador a otro.

¿Pero cuál era su origen? Todo parece indicar que provenían de un hospedador aviar, un ave o dinosaurio de la época.

Los piojos en la actualidad

Actualmente, los humanos nos hemos convertido en grandes hospedadores de piojos. De hecho tenemos hasta “nuestros propios piojos” ya que, al contrario que en la antigüedad, no llegan a nosotros desde otros animales como perros o gatos.

Los piojos de los humanos son un tipo de parásito que se encuentra en todo el mundo y del que podemos encontrar diferentes tipos, en función de la zona del cuerpo en la que se aloje: [2] [3]

  • Pediculus humanus corporis (piojo corporal o de la ropa): los piojos corporales habitan e incuban sus huevos en la ropa y sólo se trasladan a la piel para alimentarse. En su fase adulta pueden medir hasta 3,5 milímetros de largo.

 

  • Pthirus pubis (piojo púbico o ladilla): aunque normalmente se encuentran adheridos al vello público, estos parásitos también pueden encontrarse en otras zonas como cejas, pestañas, barba, bigote, pecho o axilas. Más pequeñas que los piojos corporales, las ladillas pueden llegar a tener una longitud de hasta 2 milímetros en su fase adulta.

 

  • Pediculus humanus capitis (piojo de la cabeza): el piojo de la cabeza es un ectoparásito hematófago, perteneciente al orden Phthiraptera y especie Anoplura, que parasita exclusivamente el cuero cabelludo de las personas no pudiendo sobrevivir más de 24 o 48 horas fuera del mismo.

 

Visible a simple vista, suele medir hasta 3 milímetros de largo y las hembras suelen ser mayores que los machos. En ambos géneros su color puede ir desde el gris blanquecino, hasta el amarillo o rojo cuando se han alimentado de sangre.

 

Su temperatura óptima de crecimiento se sitúa alrededor de los 28 ºC. De ahí que uno de los falsos mitos en relación a este parásito se refiera al hecho de que sólo hacen acto de presencia durante los meses más cálidos del año.

En función de su fase de crecimiento podemos diferenciar los huevos o liendres, las ninfas o larvas, y los piojos adultos.

de donde viene los piojos

¿Cómo llegan hasta nosotros los piojos de la cabeza?

Cualquier persona puede padecer una infestación por piojos.

Para llegar de una persona a otra, y puesto que no cuentan con alas con las que volar o saltar, utilizan sus patas para agarrarse al cabello y deslizarse de un hospedador A a un hospedador B.

Por tanto, el contagio normalmente se producirá a través del contacto directo entre el cabello de una persona infestada con el cabello de un potencial hospedador. No obstante, y aunque no sea lo habitual, también se puede producir un contagio sin que exista un contacto directo pero sí al compartir objetos personales como peines, gorros, ropa de cama… 

Una vez llegan al nuevo hospedador, normalmente se alojarán en zonas concretas, sobre todo alrededor de las orejas y en la nuca. Además, aunque no sea lo usual, también se pueden encontrar en las cejas o las pestañas.

Prevención y tratamiento contra los piojos

Si sospechas que alguien puede estar infestado por piojos será fundamental que evites el contacto directo entre cabezas y no compartas elementos personales que favorezcan la propagación.

En caso de contacto estrecho será conveniente realizar revisiones periódicas para confirmar su presencia. Estas revisiones se deberán hacer vía examen visual, ayudándonos de una lendrera, y prestando especial atención a la nuca y zona posterior de las orejas. También será importante atender a la aparición de posibles síntomas como la sensación de hormigueo o el picor del cuero cabelludo.

En caso de pediculosis (o infestación por piojos), es importante tener en cuenta que el tratamiento debe iniciarse cuando esté confirmada la existencia de piojos vivos. Una vez confirmado será recomendable hacer uso de productos testados bajo control dermatológico y pediátrico, como aquellos que proporcionan soluciones integrales tanto para el tratamiento como para el postratamiento.

De cara al tratamiento existen lociones de acción física como las que contienen miristato de isopropilo, que permiten eliminar piojos y liendres de manera rápida y eficaz con una única aplicación.

La fase de postratamiento favorecerá la protección diaria a través de productos como los champús con árbol de té orgánico y aminoácidos de avena, y los sprays protectores de triple acción que protegen, hidratan y desenredan el cabello gracias a ingredientes como el Pantenol.

Todos estos productos están disponibles en la farmacia donde el profesional sanitario podrá recomendar la mejor solución.

Bibliografía

  1. Johnson, KP., Matthee, C., Doña, J. Phylogenomics reveal the origin of mammal lice out of Afrotheria. Nature Ecology & Evolutionin press.
  2. Parásitos – piojos. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. [Internet] 2016 [Consultado el 08/11/2023] Disponible en: https://www.cdc.gov/parasites/lice/es/index.html
  3. Ramón Bonet, Antonieta Garrote. Stop a los piojos. Elsevier. [Internet] 2014 [Consultado el 08/11/2023] Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-stop-piojos-X0213932414396342?referer=buscador

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