La pediculosis o infestación por piojos, es un problema común entre los niños y niñas.
Aun así, estos pequeños parásitos no tienen una predilección especial por ningún rango de edad. La razón que explica la mayor prevalencia de pediculosis en menores es que los piojos, al no tener la capacidad de volar o saltar, se desplazan arrastrándose. De ahí que el contagio normalmente se produzca a través del contacto directo entre cabezas, siendo los niños de entre 3 y 12 años lo más afectados. [1]
Y es que la forma de relacionarse de los más pequeños se caracteriza por un mayor contacto físico que en el caso de los adultos, siendo también habitual que compartan elementos personales. Conductas que facilitan el contagio pero que no excluye a los más mayores de una infestación.
Por ello es importante que los adultos también tomen medidas de precaución y sepan actuar en caso de contagio.
Cómo prevenir el contagio de piojos en adultos
El simple hecho de que nuestra cabeza esté en contacto directo con la de nuestro hijo, compartamos los auriculares con nuestra sobrina o nos hagamos un selfie con una amiga, puede suponer un riesgo si esas personas están contagiadas por piojos, por mucho que seamos adultos.
De ahí que sea recomendable llevar a cabo exámenes periódicos que permitan detectar la presencia de piojos, especialmente durante determinadas épocas del año, ya que hay periodos de mayor incidencia como las vacaciones o la vuelta al cole. En estos momentos es importante estar alerta del surgimiento de brotes, especialmente si se convive con menores. [1]
Para llevar a cabo estas revisiones se debe realizar un examen concienzudo, tanto del cabello como del cuero cabelludo, prestando especial atención a la nuca y a la zona posterior a las orejas, para certificar o descartar la presencia de piojos.
En el caso de las personas adultas, si no podemos disponer de ayuda de otra persona para hacer la revisión, lo más fácil será utilizar un peine especial para liendres o lendrera. Estos pequeños insectos no son fáciles de localizar pero con este tipo de utensilios será más fácil la detección, al quedar el parásito atrapado entre sus púas.
Si tras el examen se detectase la presencia de piojos vivos, sería el momento de actuar.
Cómo tratar la pediculosis en adultos
Al igual que en el caso de los niños, la rapidez a la hora de tratar la pediculosis en adultos es algo fundamental, ya que los piojos se multiplican y propagan muy rápidamente.
A la hora de hacerlo, es importante tener en cuenta que los remedios caseros a los que están acostumbradas muchas personas de cierta edad no serían la mejor solución. En la mayoría de los casos no existe evidencia científica que certifique su efectividad, e incluso algunos de ellos pueden resultar contraproducentes.
En su lugar, lo más conveniente será acudir a la farmacia más cercana. Allí, el profesional sanitario podrá recomendar productos testados dermatológicamente que proporcionen soluciones integrales que garanticen una elevada eficacia través de lociones de acción química como las que contienen fenotrina, que eliminan piojos y ayudan a desprender las liendres, o lociones de acción física como las que contienen miristato de isopropilo, que permiten eliminar piojos y liendres de manera rápida y eficaz con una única aplicación.
A la hora de aplicarlos será fundamental seguir las indicaciones del farmacéutico y las instrucciones de uso indicadas en cada envase.
Una vez finalizado el tratamiento, será importante seguir vigilando para evitar reinfestaciones:
- En el caso de convivir con menores que nos hayan podido contagiar, además de aplicarles el tratamiento adecuado, deberemos asegurarnos de realizarles la técnica del peinado cada pocos días, durante al menos dos semanas. Un examen que también deberemos realizarnos a nosotros mismos para comprobar si todavía quedan piojos vivos.
- En paralelo, y al margen de las medidas personales, también se deberán seguir una serie de pautas en el hogar como pasar la aspiradora en muebles, cojines, alfombras y colchones, lavar la ropa de cama a más de 50ºC, sumergir los utensilios personales como peines y cepillos en agua hirviendo y guardar en bolsas herméticas los elementos que no se puedan lavar durante al menos dos semanas. [2]
De esta forma nos aseguraremos de haber eliminado todos los piojos y liendres, tanto en pequeños como en mayores.
Bibliografía
- Negredo Rojo, Eva. Tregón Lorás, Maria José. Gamarra Marzo, Laura. Herrera Alegre, Rocío. Bellés Aranda, Miriam. Cervera Catalán, María. Pediculosis capilar en población escolar. Artículo monográfico. Revista Sanitaria de Investigación. [Internet] 2021[Consultado el 03/09/2024] Disponible en: https://revistasanitariadeinvestigacion.com/pediculosis-capilar-en-poblacion-escolar-articulo-monografico/
- Pediculosis o infestación por piojos. Clínica Universidad de Navarra. [Internet] 2023 [Consultado el 03/09/2024] Disponible en: https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/cuidados-casa/pediculosis-piojos